El suicidio de Clara Immerwahr, una química pacifista en tiempos del Káiser Guillermo.

Clara Immerwahr

Clara Immerwahr

Tal día como hoy se cumplen 100 años de la muerte por suicidio de Clara Immerwahr. Constituye un ejemplo de lucha y esfuerzo por sus principios e ideales. Pero veamos quien fue esta mujer desconocida para el gran público.

Clara Immerwahr nació el 21 de Junio de 1870 en Breslavia (Breslau Alemania, actualmente Wroclaw, Polonia). Clara era la más joven de una familia de cuatro hermanos de clase media-alta. Aunque sus hermanas solo querían casarse, a Clara no le seducían las perspectivas que ofrecían las ocupaciones tradicionales de las mujeres de su época. Ella estaba interesa en las ciencias y tenía el firme deseo de ser financieramente independiente.

Así, y debido al veto a las mujeres de entrar en las universidades alemanas, completó sus estudios como maestra, realizando algunos trabajos como institutriz. Sin embargo, en ella permanecía el deseo de progresar en sus estudios científicos, más concretamente en química.

En 1896, en Alemania, se permitió a las mujeres atender a las clases universitarias, eso sí, exclusivamente como oyentes externos, pero Clara continuó su lucha para obtener el permiso para realizar el examen de ingreso en el programa de doctorado. En 1898, se convirtió en la primera mujer en aprobar el examen. Y el 12 de Diciembre de 1900 obtuvo un doctorado en química con la calificación de magna cum laude, convirtiéndose en la primera mujer en recibir este grado en una universidad alemana.

A pesar de sus logros, la comunidad científica era todavía un club de chicos. Aun así Clara trabajó como asistente de su director de tesis, realizó algunas publicaciones científicas y dio clases en organizaciones de mujeres y escuelas, pero su labor científica estuvo muy limitada a causa de su género.

Por esas fechas, primavera de 1901, Clara se reencontró con Fritz Haber, también doctor en química. Fritz la había conocido años antes en unas clases de baile y le propuso matrimonio, sin embargo ella estaba centrada en sus estudios y rechazó su oferta.  Pero esta vez la llama del amor se encendió de nuevo y se casaron en  Agosto de ese mismo año.

La pareja se trasladó a Karlsruhe donde Fritz era profesor de Química. Clara pronto dio a luz a un hijo, Hermann, y tras ese punto tuvo que dejar a un lado sus ambiciones académicas para centrar sus energías en la atención a su familia y las obligaciones sociales de un marido ambicioso.

sello de Fritz Haber

sello de Fritz Haber

Así, mientras Clara permanecía en casa, la carrera de su marido Fritz florecía de forma meteórica. En 1904 descubrió el proceso de Haber (después mejorado por Karl Bosch) para la síntesis del amoniaco a partir del nitrógeno del aire e hidrógeno obtenido por hidrólisis del agua. El proceso revolucionó la economía alemana, pues permitía obtener fertilizantes baratos (nitratos, que hasta entonces se importaban de Chile). Por este proceso Fritz Haber obtuvo el premio Nobel en 1918. Sin embargo la producción de amoniaco tenía un doble uso… la fabricación de explosivos.

Esto hizo que Alemania no se quedara sin municiones y alimentos durante la primera guerra mundial a pesar del bloqueo británico. Además, Haber puso su laboratorio a disposición del ministerio de la guerra alemán y desarrolló los distintos gases venenosos utilizados por su ejército (cloro, fosgeno y gas mostaza).

De la correspondencia de esas fechas por parte de Clara se ve que sufría con dos problemas. Uno era el rol subordinado que se esperaba de una mujer en la época del Káiser Guillermo, en el cual no había lugar para su propia carrera científica. Y el otro era la deriva que estaba llevando la investigación de su marido.

En palabras de su biógrafo  Gudrun Kammasch  «Clara Immerwahr creía ciegamente que el estudio científico obligaba a respetar la vida» y le parecía una perversión de la ciencia el cariz en el que se estaba tornando la investigación de su marido.

El primer ataque con gas tuvo lugar en Ypres en el sector belga del frente occidental en abril de 1915. Ese día murieron más de cinco mil soldados, siendo cientos de miles los heridos y muertos en ataques posteriores los producidos por la guerra química por parte de ambos bandos. Haber fue ascendido a capitán y en una fiesta en su honor,  antes de su partida al frente oriental a supervisar nuevos ataques químicos, Clara le mostró su oposición al horror que suponía la guerra química y discutió fuertemente con él sobre el límite moral que no debe sobrepasar las aplicaciones científicas…él al parecer la acusó de ser una traidora a la patria.

El 2 de Mayo de 1915 justo el día de la partida de Fritz, Clara Immerwahr empuñó la pistola reglamentaria de su esposo y se disparó en el pecho, aparentemente atormentada por la cantidad de muertos que había producido e iba a producir la investigación de su marido. Su hijo Hermman oyó el disparo y vio morir a su madre en sus brazos. Su padre tras el suceso partió el mismo día al frente, dejando a su hijo de 13 años lidiar solo con la situación.

Hoy en día la figura de Clara Immerwahr es vista como un ejemplo de protesta contra el mal uso de la ciencia. Uno de los premios más prestigiosos de la sección alemana para la prevención de la guerra nuclear lleva su nombre. Otro premio que homenajea su figura es el premio anual Clara Immerwahr, otorgado  por UniCat (Unifying Concepts in Catalysis) desde 2011. En el cual se premia a una joven científica que se encuentre en la primera etapa de su carrera investigadora por sus excelentes resultados en la investigación sobre catálisis. En el año 2015 el premio fue concedido a la española Anna Company Casadevall, por sus estudios en química bioinorgánica.

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